De premios y jurados
Por muy distintos motivos, a partir de este invierno de 2011 he tomado la firme decisión de no volver a ser miembro de ningún jurado al que me puedan invitar en el futuro. En estos días se ha fallado el último premio en el que estaba implicado y, desde hoy, rechazaré amablemente cualquier invitación en este sentido. Mirando hacia atrás son más los sinsabores que las alegrías que me ha deparado esta actividad, más aún cuando los políticos andan cerca del asunto (algún caso triste y reciente aún me pesa...) Algunas conversaciones al respecto con respetados compañeros, y una larga charla con mi hijo durante un agradable paseo entre almendros cerca de casa, no tanto sobre el ser jurado, sino sobre la dudosa utilidad de la gran mayoría de los premios tal y como se conciben, me han terminado de decidir. Dejo aquí constancia por escrito para así obligarme a cumplirlo en el futuro.