CUENCA EN LA MIRADA / NAVIA
"A la manera de las notas que se toman en un pequeño diario, José Manuel Navia va dejando constancia con sus fotografías de su deambular por esos territorios olvidados de las ciudades y los pueblos en que vivimos. […] Se detiene donde ningún viajero lo hace, y sus fotografías nos hablan del paso del tiempo, de la pérdida, de las derrotas de la vida, pero también de la belleza inesperada, del misterio de existir. Nos hablan, sobre todo, de la luz, del espacio como un lugar de espera de la luz [...]
Paul Klee dijo que la misión del arte no es representar lo visible, sino hacer visible lo que no vemos. Pues bien, la obra de José Manuel Navia surge de ese mismo deseo de visión. Se trata de una paradoja. La fotografía, que es el arte de lo visible, persigue lo que no se puede ver. Las fotografías de Navia tienen esa cualidad mental, se ocupan de los lugares pero, sobre todo, de los pensamientos de los que viven o han vivido en ellos. […]
José Manuel Navia no fotografía lo que conocemos, sino justo lo que queda cuando nos desprendemos de ello. Su mirada es la mirada de los que no pueden volver. Nada les pertenece, nada puede ser suyo, y sin embargo quieren regresar a los lugares en que vivieron y tal vez fueron felices. No piden mirar las cosas para hacerlas suyas, sino para verlas por última vez. [...] La mirada más pura, aquella con que mirarían los muertos el mundo si pudieran regresar. La que sólo anhela transformarse en luz."
José Manuel Navia no fotografía lo que conocemos, sino justo lo que queda cuando nos desprendemos de ello. Su mirada es la mirada de los que no pueden volver. Nada les pertenece, nada puede ser suyo, y sin embargo quieren regresar a los lugares en que vivieron y tal vez fueron felices. No piden mirar las cosas para hacerlas suyas, sino para verlas por última vez. [...] La mirada más pura, aquella con que mirarían los muertos el mundo si pudieran regresar. La que sólo anhela transformarse en luz."
Gustavo Martín Garzo (extractos del prólogo del libro)
NOTA: la edición final de este trabajo ha sido revisada junto con los alumnos del taller organizado por el MEF (Movimento de Expressão Fotográfica) en Lisboa los días 14 y 15 de marzo de 2015. Fruto de esa magnífica experiencia es el resultado aquí mostrado. Mi agradecimiento a todos ellos y a los prof. Luís Rocha y Tânia Araújo.