Durante algo más de un año (2014-2015) he acudido regularmente a fotografiar a Úbeda. Los hermanos Berlanga, ubetenses, a través de su Fundación Huerta de San Antonio, han puesto en marcha un fascinante proyecto de recuperación en torno al barrio de San Lorenzo, uno de los más humildes de la ciudad, cuyo epicentro es la desacralizada iglesia del mismo nombre, que en su día fue la parroquia del barrio y luego ha pasado por diversos usos (granero, estudio de pintores y escultores, almacén de palios de Semana Santa...) hasta llegar a un estado de inminente ruina del que la ha salvado la decidida intervención de dicha Fundación. Mi propuesta fotográfica ha consistido en realizar un trabajo personal acerca no sólo de algunas de las obras de rehabilitación y estudio de la iglesia, sino también de la vida en el barrio y de la relación de éste con las huertas y el olivar (San Lorenzo era tradicionalmente el barrio de los hortelanos) y con el resto de la ciudad. Un microcosmos en definitiva sobre el que dejar volar la mirada y la imaginación.